Año 2150…
La oscuridad, en el
exterior, cada vez dura más tiempo.
Cada día es menos
inviable plantar afuera porque ellos, a diario son más astutos.
Nos esperan en
manada, y por muchos que seamos, es imposible que todos regresemos a
nuestro hogar actual. Cada día varios serán el cebo para que los
demás podamos sobrevivir.
Así está
establecido desde que nacemos:
- Cuanto más mayor
eres, más prescindible.
- Si tienes alguna
minusvalía, también.
- Si algún
individuo de una familia ha cometido incesto, serán sacrificados los
dos. O los tres… o la familia entera.
Depende del tiempo
de distracción necesario, soltaremos a uno, dos, tres… o a una
unidad familiar entera.
Hace tiempo que
estoy solo. Soy y seré un sobreviviente. De los más mayores. Para
encontrar a alguien de más de cincuenta años por los pasillos, hay
que andar escaleras hacia abajo. Normalmente están en el sótano,
entre las ratas. Supongo que alguno de ellos haya sido y sea comida
llegado el momento.
Allí no baja casi
nadie.
Tenemos un grupo
designado para la labor de proveernos.
Espero que nunca
probéis esos roedores asados. ¡Están de muerte!
Son alimentadas y
cuidadas por los mayores. En el sentido más amplio.
El grupo que baja a
cazarlas, está compuesto por personas de alrededor de cincuenta.
Las ratas atacan,
muerden, porque no podemos evitar que enfermen, pero tras cocinarlas,
su carne es segura.
Afuera tenemos
frutas y verduras que ellos no comen. Son estrictamente carnívoros.
La única carne de la de la que disponemos es de la del sótano por
esa causa.
Allí también
tenemos gallinas y gallos, ciegos o casi, todos enclenques por vivir
en la oscuridad.
Debemos de racionar
la luz porque afuera ya no hay sol. Por otra parte, las aspas de los
aerogeneradores son rotas continuamente por ellos. Saben que
saldremos a repararlos.
Me estoy durmiendo.
Otro día más. Acaricio a mi gato.
Diario de Noé.
21 de octubre del
2150, veinte después de la Tercera Guerra.
Muchas gracias por leerme. Hasta prontito.
Foto del banco de imágenes Pexels.