NOVELISTA. AUTORA AUTOPUBLICADA.


Licencia de Creative Commons
Alex Florentine

GATO Y RATÓN



 

Seguimos jugando al gato y al ratón

él se piensa que es el cazador,

pero mi corazón ya es de cartón.


Dejó de moverse

cesó la combustión

para detenerse

y llegar la destrucción.

Como al fuego que no echas carbón

al que no se le ponen ganas ni tiempo

y por ello se apagó.


Me gustan los dibujos animados,

pero no los payasos ni bufones de antaño

a los niños inculcan los valores,

pero doy fe, de que los pierden de mayores.


Nunca están conformes

hasta que pierden el juego

se creen emperadores,

pero yo soy la dueña del reino.

 

Muchas gracias por pasarte.

Foto: Pexels.

DESTINO FINAL


 

Año 2150…

La oscuridad, en el exterior, cada vez dura más tiempo.

Cada día es menos inviable plantar afuera porque ellos, a diario son más astutos.

Nos esperan en manada, y por muchos que seamos, es imposible que todos regresemos a nuestro hogar actual. Cada día varios serán el cebo para que los demás podamos sobrevivir.

Así está establecido desde que nacemos:

- Cuanto más mayor eres, más prescindible.

- Si tienes alguna minusvalía, también.

- Si algún individuo de una familia ha cometido incesto, serán sacrificados los dos. O los tres… o la familia entera.

Depende del tiempo de distracción necesario, soltaremos a uno, dos, tres… o a una unidad familiar entera.

Hace tiempo que estoy solo. Soy y seré un sobreviviente. De los más mayores. Para encontrar a alguien de más de cincuenta años por los pasillos, hay que andar escaleras hacia abajo. Normalmente están en el sótano, entre las ratas. Supongo que alguno de ellos haya sido y sea comida llegado el momento.

Allí no baja casi nadie.

Tenemos un grupo designado para la labor de proveernos.

Espero que nunca probéis esos roedores asados. ¡Están de muerte!

Son alimentadas y cuidadas por los mayores. En el sentido más amplio.

El grupo que baja a cazarlas, está compuesto por personas de alrededor de cincuenta.

Las ratas atacan, muerden, porque no podemos evitar que enfermen, pero tras cocinarlas, su carne es segura.

Afuera tenemos frutas y verduras que ellos no comen. Son estrictamente carnívoros. La única carne de la de la que disponemos es de la del sótano por esa causa.

Allí también tenemos gallinas y gallos, ciegos o casi, todos enclenques por vivir en la oscuridad.

Debemos de racionar la luz porque afuera ya no hay sol. Por otra parte, las aspas de los aerogeneradores son rotas continuamente por ellos. Saben que saldremos a repararlos.

Me estoy durmiendo. Otro día más. Acaricio a mi gato.

Diario de Noé.

21 de octubre del 2150, veinte después de la Tercera Guerra.

Muchas gracias por leerme. Hasta prontito.

Foto del banco de imágenes Pexels.

COSQUILLAS


 

Ya no tengo cosquillas

Ya no siento cuando me tocas

Ni las mejillas,

Ni las rodillas,

Ni las tetillas…


No sé cómo decirte de forma sencilla

que pasaste de ser mi sueño

a pesadilla.


Que tengo ganas de correr

ponerme las zapatillas

para desaparecer.


Ya no siento mariposas

creo que están muertas y por ello, silenciosas.

Conmigo, a los insectos les sucede eso,

porque le llaman así, de la muerte, el beso.

 

Gracias por la visita!

Foto:Pexels