NOVELISTA. AUTORA AUTOPUBLICADA.


Licencia de Creative Commons
Alex Florentine

INTERCAMBIO


 


 

Tu mano siento fría

cuando acaricias sutilmente por encima del pantalón

menos de lo que me gustaría

aquí, mientras nos besamos sobre el escalón.

No quiero parecer una golfa,

pero no comprendo qué hacemos aquí,

cuando te dije que estaba sola,

y que a mi piso, podíamos ir.

Te lo vuelvo a repetir al oído

y siento en mi entrepierna,

que tú perderás el partido

y ya, ceso de pensar como cerda.

Es lo que tiene la bebida,

que ya sabes que nos vuelve adictos

y más si tomamos sin comida

volviéndonos distintos.

Aquí y ahora, cambian los roles

dejaré de insinuar y pasaré a imponer

lo que gritan mis ojos encima de mis mejillas con arreboles:

lo que ya no se puede posponer.

Aquí y ahora, bajo la luz de la luna,

apóyame contra la pared

hazme tuya

porque mañana habrá otra noche y ya sabes cuál es tu papel.

 

Gracias por pasarte por aquí!

Nos vemos pronto ;* 

Foto: Pexels

POR UNA SOMBRILLA


 

La familia García estaba obsesionada con la playa.

En general, no debería de importar, porque la gente, hoy en día, vive obsesionada con casi todo.

Pero ellos querían primera línea, querían estar morenos, querían, cuando regresaran a Asturias, presumir de moreno mediterráneo.

Así que cada mañana, a las cinco, el padre salía con la sombrilla y la clavaba como si la arena fuese de piedra. Desplegaba la silla al lado y allí hacía guardia.

Una hora y media después, llegaba la mujer, con ojeras de mapache y un termo de café.

Tomaba el relevo y él iba a ducharse a casa porque el muy cerdo, no tenía tiempo a hacerlo antes.

Mientras, ella se sentaba con sus piernas abiertas mostrando sin escrúpulo forraje para unas cincuenta vacas, el cual debiera estar escondido bajo el vestido de “los chinos” de tela transparente y cubierto por unas amarillentas bragas.

Le daba igual.

Tenía que aprovechar.

Solo quedaban dos días para volver. Cuando él regresara de la ducha, iría a ponerse el bañador.

Pero pasó la hora de siempre.

Tenía ganas de mear, ¡joder! El café es diurético.

Hora y media…

Arrugó el entrecejo: el móvil había quedado en el hotel.

Las ocho.

Llegaban turistas en masa.

Si se iba, tirarían la sombrilla y la silla al agua. Seguro.

¿Qué hacer?

Decidió esperar 30 minutos.

8.35…

Continuará...

Gracias por pasarte. Sueña bonito. 

Foto:Pexels.

LAMENTARÁS...


 

Bajo la luz de la luna

voces formadas sin aire se escuchan

mostrando que el terror no tiene nombre

y que asusta cuando ves el interior vacío de una capucha.

Somos miedo y despertamos monstruos,

que salen de la tumba

en busca de almas impuras,

a su antojo.

No temas si estos versos despiertan en ti temor

esa fue mi intención al escribirlos

deberías saber que casi todo transformo en letra menos el amor

porque ese tiene cuatro letras y yo prefiero dar miedo;

mínimo cinco: temor.

Desde pequeña me gusta lo oscuro, lo siniestro

fantasmas, monstruos, esqueletos, espectros…

Llámalos como gustes, sé que les tienes miedo.

Como la mayoría, a lo desconocido,

a lo que no ves,

a lo que no entiendes,

cuando debieras temerle más

a lo que están haciendo nuestros dirigentes.

Algún día sentirás verdadero miedo

y no a la oscuridad,

a plena luz del día,

te escucharé lamentar y gritar

porque será tarde cualquier rebeldía y modo de evitar

fruto de la cobardía

al fin, verás la verdad.

Muchísimas gracias, como siempre, por dedicar un ratito a mis letras.

Un abrazo y feliz septiembre.

Foto del banco de imágenes Pexels.